sábado, 15 de noviembre de 2014

Paseando por Nueva York. Primer día.

Ha pasado mucho tiempo desde nuestra última entrada y aunque siempre que volvíamos de alguna escapada lo hacíamos con ganas de contarlo aquí, al final con las prisas del día a día, no sacábamos tiempo para contarlo.
 
En estos cuatro años hemos tenido la gran suerte y felicidad de traer al mundo  una niña y un niño preciosos. Ellos ocupan todo nuestro tiempo cuando no estamos trabajando y los llevamos de viaje con nosotros siempre que podemos, salvo en esta escapada a Nueva York en la que decidimos darnos el capricho, coger a unos niñeros de excepción (los abuelos) y visitar Nueva York los dos solos durante 5 días. Y así fue la experiencia....
 
Volamos con Iberia, en un vuelo directo a las 12:10 del mediodía. Habíamos reservado los asientos en las filas del principio, ya que así podríamos salir de los primeros y ahorrarnos bastante tiempo de espera en la cola de inmigración. 7h y media después y sin apenas dormir, divisamos ya los famosos edificios de Nueva York en la distancia. Hacía muy buen día, con alguna nube pero muy buena temperatura (unos 10ºC). Pasamos los dos juntos la zona de inmigración y  dejamos todas las huellas de nuestros dedos más la correspondiente foto. Eso sí, el oficial en cuestión nos miraba un poco raro al ver tantos sellos en nuestro pasaporte y cuando veía algún visado raro lo inspeccionaba con atención, pero bueno, después de preguntarnos en qué trabajábamos parece que no le descuadró mucho y buscó un huequecito para ponernos el esperado sello de entrada en EEUU.

Las maletas ya estaban listas cuando salimos así que nos fuimos directos a coger un taxi. Hoy en día tienen tarifas fijas para el centro de Manhattan que son incluyendo propina del 20% unos 52€ dependiendo del tipo de cambio del momento. El taxista nos condujo a través de Queens ya que era la zona con menos tráfico y tras cruzar el Queens Midtown Tunnel, bajo el rio, por fin llegamos a la esperada Manhattan. La verdad es que la primera vez que entras en contacto con los edificios tan altos impresiona bastante.

Tras una hora de taxi, llegamos a nuestro hotel, el Crown Plaza en la 49 con Broadway, justo en Times Square. El sitio la verdad que aunque con mucho lío de gente estaba muy bien situado para ir andando en todas direcciones. El hotel nos gustó mucho y sobre todo porque conseguimos una super oferta gracias a un amigo de Lulo y teníamos una “corner room” , es decir, en esquina con ventanas en dos paredes en el piso 46 y con vistas a Times Square. La verdad es que fue una muy grata sorpresa. Muchas gracias Roge!

Sobre las 17:00 hora local ya estábamos en la calle tomando un primer contacto con la gran manzana. Vimos el Rockefeller center con la pista de patinaje (en la cual quería patinar y ya os adelanto que al final no lo conseguí) y el árbol de navidad pero todavía sin sus famosas luces.

Bajamos por la quinta avenida hasta Central Park, los edificios estaban ya adornados de navidad y algunos escaparates eran verdaderas obras de arte. Llegamos hasta la tienda de Apple (que siempre vimos llena y con colas, como si ahí regalaran sus productos) y la juguetería FAO donde compramos alguna cosilla para los peques. Luego subimos hasta la 42 (una de mis calles preferidas) y nos encontramos con Bryant Park, que estaba precioso, con puestos navideños, pista de patinaje y con una terraza para tomar un cafetito, muy apetecible aunque fuera ya de noche y el termómetro no marcara muchos grados.

Después cenamos en un Fridays de la quinta (para no arriesgar mucho el primer día) y volvimos a Times Square. Para entonces, ya estábamos tan cansados que nos fuimos derechitos al hotel. Al día siguiente viernes teníamos mucho por recorrer ya que habíamos planificado la zona más al sur de la isla, el distrito financiero y alrededores.

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